El condicionamiento clásico de Pauvlov es el
proceso mediante el cual un estímulo que no evoca ninguna respuesta la acaba
provocando por estor asociado a otro que sí la ha provocado.
¿Te has fijado alguna vez que cuando tienes delante
una comida apetitosa, empiezas a salivar? ¿A veces con sólo hablar de comida no
se "se te ha hecho la boca agua"?
Pavlov observó que los perros
que tenía en su laboratorio, les bastaba oír los pasos de la persona que les
traía la comida para comenzar a salivar y a segregar jugos gástricos; es decir,
parecía que los perros habían aprendido a anticipar la comida.
Pavlov comenzó a estudiar este intrigante
fenómeno y se preguntó si cualquier otro estímulo, por ejemplo el sonido de una
campana, podía provocar la salivación si se unía a la presentación de la
comida.
!Y así fue! Tras varios días repitiéndose la
secuencia sonido de la campana-presentación de la comida, el perro comenzó a
salivar sólo con escuchar el sonido de la campana, AUNQUE NO HUBIERA COMIDA.
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